Alimentado el espíritu con las constantes apelaciones de la naturaleza patagónica, y saciada la sed de aventura luego de recorrer los circuitos turísticos de la región, no bastan las fotos ni las anécdotas para poder transmitir en su totalidad toda la magia que descubrió durante su visita a San Martín de los Andes.

Por tal motivo, y mientras los apelativos resaltan a la tranquilidad, el ambiente familiar, el bosque, el volcán Lanín o cualquiera de los lagos del lugar, nada mejor que sorprender a sus familiares y amigos con exquisitos productos de elaboración totalmente artesanal, como el clásico chocolate y los dulces de rosa mosqueta, frambuesa, saúco o frutillas.

Además, la enorme variedad de artesanías en piedra, cerámica y madera, conjugando materiales de la zona, se complementa con los tejidos, cuadros de artistas locales, platería, flores secas, y todo un mundo de delicados trabajos que esconden el espíritu del bosque cordillerano, resultando la mejor opción para llevarse entre las manos un pedacito de la Patagonia.