El Bosque

El Parque Nacional Lanín, gracias a su gran variedad climática, de relieve y suelos, brinda un escenario sin igual para el desarrollo de casi todas las especies de árboles del bosque andino.

En la zona norte, comprendida por los lagos Ñorquinco, Quillén, Rucachoroy y Tromen, encontrará bosques de araucarias puros o mixtos con lenga y ñire.

En las zonas central y sur, desde el lago Huechulafquen hasta el lago Hermoso por la ruta de los siete lagos, en cambio, predominan los bosques mixtos de raulí, roble pellín y coihue.

El extremo sur, entre los lagos Meliquina y Filo Hua Hum, presenta características particulares, con un ambiente de transición donde alternan bosques de ciprés con pastizales.

La influencia de la altura

Bosque de altura

El Parque se encuentra al pié de la cordillera de los Andes. Por tal motivo su flora presenta una variación altitudinal considerable, dada en función de la disminución paulatina de las precipitaciones a medida que se avanza hacia el este.

Este fenómeno está determinado por los vientos húmedos provenientes del océano Pacífico (oeste), que al ascender por el lado chileno, condensan su humedad; y al pasar al lado argentino la descargan en forma de lluvia o de nieve para luego continuar secos hacia el océano Atlántico (este).

Así, Usted podrá ver que el paisaje alterna desde las altas cumbres casi desnudas de vegetación, pasando por lengas achaparradas , la lenga arbórea, el bosque mixto de coihue, raulí, roble pellín y ñire, con sotobosque de cañas y arbustos; llegamos al ecotono entre el bosque y la estepa, donde el ciprés, el radal, pastos duros, arbustos y matas achaparradas habituadas a un régimen de lluvia escaso, se conjugan para dar lugar a la estepa patagónica.

Colores, aromas y sabores

Notro

La natural policromía del bosque andinopatagónico en otoño sólo puede compararse con la espectacular sucesión de colores y aromas que le otorgan las flores silvestres en primavera.

El rojo de los notros y los quintrales, el amarillo de las calceolarias y el michay, el anaranjado y violeta de las mutisias y aljabas, fucsias o chilcos, se complementa con otras flores introducidas por el hombre que rápidamente se han diseminado por el parque, tales como el amarillo de las retamas, el rosado de la rosa mosqueta o el lila, azul, rojo o blanco de los lupinos.

Muchos de ellas, llegado el verano, compiten para crear un universo de sabores que van desde la acidez del sauco hasta el dulzor de la mosqueta, pasando por una exquisita lista de frutos del bosque que incluye minúsculas bayas como el michay y el calafate, dulcísimas frutillas, frambuesas y grosellas, cerezas, guindas y manzanas.

En la época de las lluvias, cuando termina abril y los piñones de araucarias se muestran listos para ser recolectados, es el momento de ir en búsqueda de hongos comestibles silvestres, generalmente del género boletus, que se reproducen con enorme facilidad y en gran cantidad debajo de las plantaciones de pinos. Un sabroso ejercicio que requiere paciencia y un correcto conocimiento, ya que no todos los hongos son comestibles.

El diamante más preciado que esconde el bosque también es un hongo, pero crece a fines de octubre, principios de noviembre en zonas muy específicas (conjunción de cipreses y radales). Se trata de la cautivante morilla, en forma de cono aireado, muy utilizado en gastronomía regional y de un alto valor comercial.

La madera

Otoño

El ciclo vital del bosque implica muchos procesos naturales que se complementan para asegurar su supervivencia. La madera, aún después de muerta, es atacada por microorganismos, hongos y bacterias que la convierten nuevamente en suelo fértil. Por eso dentro del Parque Nacional se prohíbe su extracción.

Sin embargo, tres son las áreas de bosques fiscales adjudicadas para su aprovechamiento en la cuenca del Lago Lácar: estas son Chachín, Quilanlahue y Yuco Alto con sus bosques mixtos de coihue, raulí y roble pellín; su extracción se lleva a cabo respetando estudios de impacto ambiental y recuperación.

Asi la industria maderera, que a principios de siglo fuera la principal fuente de ingresos de San Martín de los Andes, obtiene la materia prima, madera, caña y leña que se comercializa para aberturas, muelles, revestimientos, postes y calefacción.

Guía de identificación de vegetales

Las especies vegetales que conforman el bosque patagónico se distribuyen de acuerdo a los requerimientos ecológicos, siendo esto muy valioso desde el punto de vista de la conservación. Existe una diversidad enorme de especies cuya identificación resulta fascinante; si bien esto requiere conocimientos técnicos, con una pequeña ayuda es posible reconocer las más características.

En primer lugar, hay que separarlas en dos categorías:

* Plantas exóticas (introducidas por el hombre).

Álamos

Generalmente provenientes de Europa o América del Norte, han sido plantadas con un fin decorativo o con fines comerciales.

En el primer caso figuran la rosa mosqueta, los álamos, los lupinos y la retama. En el segundo se incluyen la mayoría de pinos que se ven en las forestaciones, especialmente en el área de Meliquina y Filo Hua Hum, ya que éstos sólo demoran quince años en ser un producto maderable, contra los 25 o 40 que demanda una especie nativa.

* Plantas autóctonas (originarias del lugar).-

Roble Pellín

Árboles: Las especies predominantes son cinco, y pertenecen a una familia numerosa que pertenece al género Nothofagus (falsas hayas).

Raulí: Nothofagus procera (= N. Nervosa)

Árbol de gran porte de 40m. Ayuda a reconocerlo sus hojas, que son las más grandes del género llegando a medir hasta 9cm; tienen borde aserrado y nervaduras muy marcadas, cambiando su coloración en el otoño, antes de caer.
Especie exclusiva del Parque Nacional Lanín y NO del Parque Nacional Nahuel Huapi, convive con el Roble pellín y el coihue. Su madera es excelente para la confección de mueblería fina.

Coihue: Nothofagus dombeyi

Hermoso árbol siempre verde que alcanza 45 m. de alto. Su nombre mapuche significa "lugar con agua". Se reconoce por su gran porte y su ubicación cerca de cursos de agua. Sus hojas perennes son pequeñas, con un borde aserrado de color verde brillante.

Las ramas se disponen en planos horizontales brindando un aspecto estratificado. En sus ramas y troncos es común observar "nudos" (agallas) como consecuencia de la acción de un hongo Llao-Llao. La madera es utih2zada en la construcción de puentes, muelles y pilotes, ya que absorbe su peso en agua.

Ñire: Nothofagus antartica

Árbol de follaje caedizo, de hasta 15 m. de alto. Especie colonizadora poco exigente; se ramifica desde la base en varios troncos, se lo encuentra generalmente en zonas bajas (mallines). Sus hojas son redondeadas, con el borde finalmente dentado y ondulado. Durante el otoño toma una espectacular coloración rojiza.
Su madera se usa como leña y para postes de alambrado.

Roble pellín: Nothofagus obliqua

Árbol de follaje caedizo que puede alcanzar de 30 a 40 m. de altura, sus hojas son alternas de forma lanceolada con el borde aserrado y la nervadura central tendiendo a curvarse (de allí su denominación obliqua).

Pellín significa ?corazón duro? en la lengua originaria. Su madera imputrescible se emplea para construcción de muelles, puentes y viviendas.

Árbol sabio del bosque, según tradición Mapuche. Otra especie exclusiva del Parque Nacional Lanín.

Lenga: Nothofagus pumilio

Árbol de gran porte con tronco recto, que va adquiriendo forma achaparrada en el límite altitudinal del bosque. Sus hojas son redondeadas, se la reconoce porque presentan una escotadura cada dos nervaduras.
Se lo encuentra a partir de los 800 metros de altura; forma el bosque predominante en el cerro Chapelco, siendo muy común encontrar a los ejemplares cubiertos de líquenes del género Usnea (barba de viejo)
Adquiriendo un color rojizo intenso, le dan al bosque un aspecto imponente. Su madera es usada por los artesanos mapuches y también en carpintería (aberturas)

Además, dentro del P.N. Lanín existen tres especies de coníferas:

Pehuén: Araucaria araucana

Uno de los árboles más bellos del parque, especie endémica (exclusiva), de hasta 40 m. de alto. Cuando adultos con copa aparasolada. Crece en suelos rocosos formando bosques puros. Sus hojas de extrema dureza, permanecen verdes todo el año. Hay plantas mascuh2nas con conos productores del polen y femeninas con conos esféricos cuyas semillas, denominadas piñones, son ricas en hidratos de carbono y proteínas, siendo importante en la alimentación de las Comunidades Mapuche.

Ciprés: Austrocedrus chilensis

Pionero del bosque, sus semillas aladas encuentran en suelos pedregosos y áridos un buen terreno para asentarse y colonizar. Árbol de copa bien cónica; sus ramitas son comprimidas con hojas perennes. Su porte alcanza los 20 metros de altura.
Sus varas rectas y cilíndricas son muy utilizadas en cercos, postes y arquitectura.

Maniu: Saxegothea conspicua

Árbol de copa piramidal, fácil de encontrar en lugares húmedos de la Selva Valdiviana, especialmente en la zona del lago Queñi y el lago Quillén, pero siendo el menos frecuente de observar en los circuitos turísticos tradicionales.
La corteza de color rojiza se desprende por plaquitas. Hojas simples, lineares, de color verde oscuro con dos bandas blanquecinas en el envés. La flor masculina es un amento (cono) corto y la femenina un cono globoso.

Otras especies autóctonas que encontrará con frecuencia en el Parque son las siguientes:

Maitén: Maytenus boaria

Árbol siempre verde de copa globosa y ramas colgantes, las hojas alternadas, lanceoladas, finalmente aserradas, de color verde claro; las cuales son muy apetecidas por el ganado (los que a menudo impiden el crecimiento de renovales).
"Ärbol sagrado mapuche".

Radal: Lomatia hirsuta

Árbol o arbusto de follaje persistente con ramitas nuevas.
Es común en las zonas más secas del Parque, donde convive junto al ciprés y el maitén.
Tiene hojas grandes (4 a 12 cm. de largo), simples, brillantes, ovaladas, de borde aserrado y color verde oscuro, muy parecidas al laurel, con flores blanquecinas. Su madera se emplea en ebanistería con un veteado muy vistoso.

Notro: Embotrium coccineum

Bello arbusto que prefiere terrenos abiertos, arenosos, húmedos o suelos volcánicos. Su corteza es gris con manchas oscuras y claras, de ramas flexibles, hojas simples, alternas de forma lanceolada. Sus flores de color rojizo intenso o anaranjado visten el paisaje en primavera y principios del verano. Forma parte de bosques mixtos. Posee propiedades medicinales (cicatrizantes).

Arrayán: Myrceugenella apiculata

Arbusto o árbol, siempre verde. De bonito aspecto por la corteza de color canela, lisa, sedosa con manchas blancas. Hojas pequeñas opuestas de tono verde oscuro, con pequeño mucrón o espina en la punta.
Sus flores son llamativas y blancas. El fruto es una baya negra comestible. Forma un denso bosque en el P.N. Los Arrayanes, único en el mundo.
En el Parque Nacional Lanín se encuentran ejemplares en las playas de Yuco y Nonthué.

En la parte baja del bosque (sotobosque) hay algunos protagonistas excluyentes:

Caña Colihue: Chusquea culeou

Planta arbustiva formada por cañas simples, sin ramificaciones, macizas, de 2 a 4 m. de altura. Las hojas nacen en los nudos, envainadoras, simples lineales.
Ocupa grandes extensiones del bosque prácticamente en todo el parque nacional.
Tiene una particularidad: florece cada 50 a 60 años con llamativas espigas de color violáceo, después de lo cual la planta muere.
Muy usada en construcción de muebles y artesanías. Los aborígenes las usaban para la confección de lanzas y tubo de las trutrucas (instrumento musical).

Michay: Berberis darwinii

Arbusto muy ramificado de 1 a 2 metros de altura, con espinas pequeñas; de hojas alternas, lisas de color verde oscuro brillante con borde dentado espinoso.
Sus flores son muy vistosas en racimos de color anaranjado, su fruto es una baya redonda de color negro azulado no muy jugosa. Como dice la tradición, toda persona que prueba sus frutos volverá a la Patagonia. Existen otras especies en la zona, como el calafate.

Algunos huéspedes que podrá encontrar en los árboles (parásitas, hemiparásitas y epífitas) son:

Llao-Llao -Pan del Indio: Cyttaria darwinni

Hongo que parasita con preferencia sobre coihue; sus hifas (filamento tubular) se extienden por debajo de la corteza de las ramas del huésped formando los famosos "nudos", que pueden alcanzar 1 m. de diámetro. El hongo es comestible, tiene forma de pera, de color blanco y sabor insípido al principio, luego amarillo anaranjado, jugoso y de sabor dulzón.

Farolito: Myzodendron punctulatum

Hemiparásita. Vive sobre las ramas de los Nothofagus (lenga, ñire, coihue), de color amarillo dorado. La succión de la savia bruta de la planta la realiza por medio de haustorios (raicillas) que penetran hasta los vasos leñosos con la cual posee clorofila. Se cubre de minúsculas flores amarillas a fines del invierno. El fruto se disemina con ayuda del viento.

Barba de viejo: Usnea sp.

Son líquenes (organismos formados por la asociación de un alga que fotosintetiza con un hongo que retiene la humedad) del género Usnea.
Viven sobre ramas y troncos de los árboles. Contra la creencia popular producto de verlos sobre plantas secas, no causan ningún daño a éstos, utilizándolos únicamente como soporte (epífita).
Se desarrollan mejor en lugares más expuestos al sol. Cómo su desarrollo requiere de mucho oxígeno, su presencia es considerada un indicador de aire puro (poca contaminación en el ambiente).


http://www.sanmartindelosandes.gov.ar

© 2012 Municipalidad de San Martín de los Andes.

Todos los derechos reservados. Prohibida su copia sin autorización previa.