Existen diversas alternativas de circuitos y servicios. Se contratan en la cabaña ubicada entre la salida de la terminal de la Telecabina en la plataforma 1600 y el restaurante Antulauquen.

Circuito del Bosque :

Es el más cortos de los recorridos. Partiendo desde 1600 mts, es un paseo por los mismos bosques en los cuales se llevan a cabo las salidas en raquetas de nieve y los paseos de trineos tirados por perros. Acompañado por un guía que conduce la travesía, usted maneja su propia moto por un bellísimo bosque de lengas. A lo largo del camino es posible divisar sobre las ramas de las lengas ciertos organismos de un color verde musgo; son líquenes y su existencia nos garantiza un grado máximo de pureza en el medio ambiente. Luego de recorrer los bosques durante media hora, el recorrido finaliza en el mismo sitio donde comenzó la travesía.

Traslado a Pradera del Puma:

Partiendo desde los 1600 mts., el viaje se transforma en una estupenda ascensión hacia los 1700 mts. por un macizo de vegetación virgen. Las motos se deslizan sobre nieve en polvo en un armonioso paseo fuera de pista. De a ratos el guía detiene su marcha para explicar distintos aspectos de la geografía, la flora y fauna del lugar. El recorrido finaliza en el parador Pradera del Puma, un sitio exclusivo, con vistas hacia las cumbres nevadas de la Cordillera d los Andes. Atardecer en Chapelco: Cuando el día de esquí va llegando a su fin, a las 17:30 hs. nace una de las máximas atracciones del Cerro: los atardeceres cordilleranos con vista desde Pradera del Puma. Un espectáculo placentero, lleno de paz y armonía. Acompañados por un delicioso chocolate caliente, ver desde la cota 1700 la puesta del sol de las montañas vecinas al Volcán Lanín, es un espectáculo inolvidable.

Paseo Nocturno:

El Cerro Chapelco es hermoso durante el día, sin embargo, cuando llega la noche su belleza se multiplica. Desde los bosques, recorriendo las pistas, viendo el trabajo lento de las máquinas pisanieves, desde los distintos rincones de la montaña, las motos de nieve abren camino hacia la maravillosa Casita del Bosque. Mientras la luna espeja su silueta sobre la nieve, en el interior la cabaña se disfrutan los más exquisitos sabores de la cocina de montaña: Pierrot, fondeu, raclette y repostería artesanal.